¿Estamos pagando más de lo que deberíamos en impuestos federales?
Introducción
El sistema tributario federal estadounidense es un tema muy debatido en la política. Hay quienes argumentan que pagamos impuestos en exceso en comparación con otros países. Por otro lado, hay quienes argumentan que nuestro sistema tributario apoya la economía y la infraestructura del país. En este artículo, vamos a profundizar en esta cuestión y evaluar si estamos pagando más de lo que deberíamos en impuestos federales.
La historia de los impuestos federales en Estados Unidos
Los impuestos federales en Estados Unidos han existido desde los primeros días de la nación. En 1787, se estableció la Constitución de los Estados Unidos, la cual concedía al gobierno federal el poder de recaudar impuestos para financiar sus gastos. Durante los siglos siguientes, la cantidad y el alcance de los impuestos federales han variado significativamente.
En la década de 1910, con la aprobación de la 16ª Enmienda a la Constitución, se autorizó al gobierno federal a imponer impuestos sobre la renta personal y corporativa. Desde entonces, estos impuestos han sido la principal fuente de ingresos del gobierno federal.
La estructura de los impuestos federales
La estructura de los impuestos federales en Estados Unidos es muy compleja y está compuesta por varios tipos de impuestos y tributos. Los impuestos federales se dividen en impuestos progresivos y regresivos.
Los impuestos progresivos son aquellos en los que el porcentaje de impuestos que una persona paga aumenta a medida que aumenta su ingreso. Por otro lado, los impuestos regresivos son aquellos en los que el porcentaje de impuestos que una persona paga disminuye a medida que aumenta su ingreso.
Los impuestos federales incluyen el impuesto sobre la renta personal, el impuesto sobre la renta corporativa, el impuesto sobre la seguridad social, el impuesto sobre la nómina, los impuestos sobre la propiedad y los impuestos sobre las ventas.
Esta es la pregunta que estamos tratando de responder en este artículo. En general, los impuestos federales en Estados Unidos son más altos que en muchos otros países desarrollados. Sin embargo, también hay que considerar que el sistema tributario federal en Estados Unidos es muy complejo y está diseñado para ayudar a financiar una gran variedad de programas gubernamentales, desde la educación hasta la seguridad social.
En 2017, la Reforma Tributaria del presidente Trump redujo los impuestos para muchos estadounidenses de clase media y corporaciones. El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, aseguró que esta reforma sería una gran ayuda para la economía. Sin embargo, algunos economistas argumentan que esta nueva política solo ha beneficiado a los ricos.
El Instituto de Política Fiscal ha estimado que el 1% más rico de la población estadounidense recibió el 21% del total de los beneficios de la Reforma Tributaria. Además, se espera que la reforma contribuya a un aumento de la deuda nacional, que ha aumentado significativamente en los últimos años.
Hay quienes argumentan que los impuestos federales no solo son necesarios para financiar los programas gubernamentales, sino también para fomentar la igualdad y la justicia social. Los impuestos progresivos son clave en este sentido, ya que ayudan a redistribuir la riqueza y apoyar a aquellos que necesitan asistencia social. Además, los impuestos sobre la propiedad y las ventas pueden ayudar a financiar servicios y programas esenciales para la comunidad.
Conclusión
Entonces, ¿estamos pagando más de lo que deberíamos en impuestos federales? Aunque es cierto que los impuestos federales en Estados Unidos son más altos que en muchos otros países, también hay que considerar que nuestro sistema tributario federal es una parte integral de nuestro sistema económico y gubernamental. Proporciona los fondos necesarios para financiar programas gubernamentales y servicios esenciales, y también ayuda a fomentar la justicia social y la igualdad.
Sería útil revisar la estructura tributaria federal y hacer ajustes para que sea más justa para todos los ciudadanos, pero también debemos recordar la importancia de financiar el país. Por lo tanto, en lugar de preguntar si estamos pagando demasiado, deberíamos centrarnos más en cómo nuestros impuestos pueden ayudar a nuestros ciudadanos y hacer que el país sea un lugar mejor.