¿Por qué se han mantenido los dos partidos del sistema bipartidista en Estados Unidos?
Introducción
El sistema político de Estados Unidos se basa en un sistema bipartidista, en el que dos partidos principales – el Partido Demócrata y el Partido Republicano – controlan el sistema político. A pesar de que ambos partidos han existido por más de un siglo, muchos ciudadanos se preguntan por qué se han mantenido estos dos partidos del sistema bipartidista en Estados Unidos y por qué nuevas fuerzas políticas no han surgido como una alternativa viable.
En este artículo, analizaremos por qué los dos partidos del sistema bipartidista en Estados Unidos han permanecido tan dominantes y qué factores han contribuido a su éxito continuo.
Historia del sistema bipartidista en Estados Unidos
Para entender por qué los dos partidos del sistema bipartidista en Estados Unidos han mantenido su posición dominante, es importante analizar la historia detrás de su formación.
La historia de los partidos políticos de Estados Unidos se remonta al siglo XVIII, cuando los primeros partidos surgieron en respuesta a diferencias de opinión sobre la constitución y la estructura del gobierno. El primer partido político importante en la historia de Estados Unidos fue el Partido Federalista, fundado en 1789 por Alexander Hamilton. Los federalistas eran partidarios de un gobierno centralizado y un mercado libre, mientras que el otro partido inicial era el Partido Antifederalista, que se oponía al fuerte gobierno federal y defendía los derechos estatales.
A lo largo de la historia de Estados Unidos, otros partidos políticos importantes han surgido, incluyendo el Partido Whig en la década de 1830 y el Partido Republicano en la década de 1850. Sin embargo, a pesar de que muchos partidos políticos diferentes han existido en Estados Unidos, el sistema bipartidista siempre ha sido el predominante.
La razón detrás de dos partidos dominantes
Una de las principales razones por las que los dos partidos del sistema bipartidista en Estados Unidos han mantenido su posición dominante es el hecho de que el sistema político está diseñado para favorecer a los partidos establecidos. Hay varias razones detrás de esto, incluyendo el financiamiento de campañas políticas y las leyes de votación.
Por ejemplo, las normas de financiamiento político están diseñadas para favorecer a los partidos establecidos. La campaña presidencial de 2016 en Estados Unidos, por ejemplo, costó alrededor de 2.6 billones de dólares, lo que significa que cualquier candidato nuevo o independiente tendría que recaudar una cantidad significativa de dinero para competir con los grandes partidos.
Además, las leyes de votación en Estados Unidos también favorecen a los partidos establecidos. En muchos estados, solo los candidatos que representan a los dos partidos principales tienen derecho a aparecer en la boleta electoral, lo que significa que los candidatos independientes deben reunir una cantidad significativa de firmas para tener la oportunidad de competir.
División política de ganadores y perdedores
Otra razón detrás de la persistencia de los dos partidos del sistema bipartidista en Estados Unidos es la naturaleza de la división política del país. La mayoría de los estadounidenses se identifican como demócratas o republicanos, y gran parte de la retórica política gira en torno a las "batallas" entre los dos partidos.
Esto se debe en parte a la falta de una verdadera lucha por el poder político. A medida que los partidos establecidos continúan controlando el sistema político, el enfoque se centra en mantener la posición actual, en lugar de luchar por un cambio significativo. Una consecuencia de esto es la falta de desarrollo de nuevas alternativas políticas.
Cultura política americana
La cultura política americana es una cultura de la elección y la libertad individual, fundamentada por la creencia en los derechos inalienables que en última instancia, provienen directamente de Dios. Por esto, una de las principales razones por las que los dos partidos del sistema bipartidista en Estados Unidos han mantenido su posición es porque ofrecen a los ciudadanos una elección limitada, y por tanto, una sensación de libertad individual.
El Partido Demócrata ha sido reconocido por ser liberal y progresista en ciertos aspectos como los llamados derechos civiles y políticas de igualdad mientras que el Partido Republicano representa ser más conservador, enfocándose en la propiedad privada y cuestiones de seguridad nacional.
Esta limitación en las opciones puede no ser algo que todos los estadounidenses estén contentos, pero precisamente el hecho de que los dos partidos principales ofrezcan elecciones adversas ha evitado que se desarrollen fuerzas políticas más fuertes. Los electores que votan por un candidato independiente o de un tercer partido a menudo ven sus votos como desperdiciados, ya que saben que uno de los dos partidos principales es probable que gane.
Conclusión
En conclusión, los dos partidos del sistema bipartidista en Estados Unidos han mantenido su posición dominante debido a una variedad de factores, incluyendo la forma en que se financia la política en Estados Unidos, la división política entre los ciudadanos estadounidenses y la cultura política en general.
Aunque existen desafíos para los partidos establecidos, la fuerza de su posición actual indica que es poco probable que surgan partidos políticos nuevos en el futuro cercano que reemplacen a los actuales. Mientras se desarrollen nuevos partidos políticos, su impacto se limitará de alguna manera, debido a los obstáculos que enfrentan.
A pesar de esto, es importante que los ciudadanos continúen cuestionando la dominación bipartidista en la política estadounidense y trabajen juntos para abogar por un sistema político más inclusivo y justo.